EL ARTE COMO PROVOCACIÓN. EL TRABAJO PERIODÍSTICO DE ANDY WARHOL
Por Helena Talaya-Manso
En esta entrada quiero hablar sobre una obra de Andy Warhol que acabo de ver en la retrospectiva del Whitney Museum de Nueva York sobre el artista. Se trata de 129 Die in Jet (1962) (imagen 1) que creó para la portada del New York Mirror, del 4 de junio de 1962. Lo que me interesó de esta pintura es que muestra una faceta menos conocida de Andy Warhol, el uso de la imagen periodística, alejada de sus archiconocidas reproducciones en serie de objetos como las sopas Campbell (imagen 2 ) o los rostros reproducidos en colores (imagen 3).
Imagen 1: Andy Warhol, 129 Die in Jet, 1962.
Imagen 2: Andy Warhol, Campbell's Soup Cans, 1962.
Imagen 3: Andy Warhol, Mao Tse-Tung, 1972.
La imagen ilustra el accidente de un avión de la compañía Air France en 1962, en el que murieron 130 personas, y muestra como Warhol empezó a hacer arte partiendo de las noticias. Él sentía fascinación por todo tipo de publicaciones, y coleccionaba periódicos, revistas e incluso anuncios de los supermercados. Warhol reconocía el poder de todas estas imágenes de la cultura americana que circulaban en los mass media, y se apropió de ellas como fuente de inspiración para su trabajo artístico.
Debemos pensar en la importancia social e histórica de la documentación icónica sobre hechos sociales y políticos y como éstos impactan a la población. Susan Sontag afirma que un acontecimiento conocido a través de sus imágenes aparece como más real y más cercano que otro que no está documentado de manera gráfica. Sirva de ejemplo la famosa foto de Eddie Adams de 1968 del oficial del Vietcong ejecutado por un tiro en la sien (imagen 4), ya que fue un revulsivo para muchos norteamericanos quienes, a pesar de la cantidad de palabras vertidas en los periódicos sobre la guerra, se habían mantenido de alguna manera indiferentes, en cambio, esta imagen les impactó y se convirtió en el icono de la campana antibelicista de la Guerra de Vietnam.
Imagen 4: Eddie Adams, Saigon Execution, 1968.
A este respecto, Roland Barthes señala que el impacto de una imagen consiste en la ‘revelación’, en lo que ésta contiene, es decir lo que hay detrás de la mirada del artista, una mirada indagatoria, crítica sobre la realidad de lo representado. La mirada del artista no es inocente, ni neutral. El artista crea una imagen connotada, cargada de sentido semántico, a la que se van añadiendo consecutivas capas de significado: cuando es montada en el periódico, encuadrada, rotulada, y además la última modificación, la codificación semántica del texto que acompaña a esa imagen.
La imagen que representa el accidente guarda muchas similitudes con el fotoperiodismo, pero no es fotografía, es una pintura. Al contemplar esta imagen de Warhol no pude dejar de pensar en el Guernica de Picasso (imagen 5). Mucho se ha hablado de la intención fotoperiodística en la técnica usada por Picasso, imágenes en blanco y negro que buscaban un impacto visual sin usar el color. La imagen de Warhol, de líneas y volúmenes simples también en blanco y negro, es una imagen que impacta, tanto como la noticia misma: el accidente aéreo y el impacto que produjo un accidente de este tipo, uno de los primeros de la aviación comercial en el que hubo un número tan alto de muertos, 130 pasajeros de los cuales sólo dos sobrevivieron, en su mayoría patrocinadores de arte que iban de visita cultural a Europa, debió tan impactante para Warhol como fue para Picasso en su momento el bombardeo alemán sobre la ciudad del País Vasco.
Imagen 5: Pablo Picasso, Guernica, 1937.
El hecho de que sea una imagen plástica, y no una fotografía, muestra una de las diferencias principales entre dibujo y fotografía. Mientras que una foto captura un instante, la imagen dibujada elabora mediante su grafología lo que la conciencia capta de dicho instante. Así, la fotografía periodística refleja una acción inmediata, mientras que un dibujo es una acción meditada.
Esta pintura de Warhol está hecha completamente a mano, sin servirse de la base fotográfica de muchas de sus producciones. En ella trabajó reproduciendo las particularidades materiales del proceso de impresión de imágenes, usando una esponja cargada de tinta, imitando cuidadosamente la técnica para conservar el aspecto grumoso de una fotografía reproducida en un periódico. Un volumen sólido y simple que representa el ala del avión destrozada se erige en el centro de la imagen, el ala con metonimia del avión. Unas figuras de espaldas también en blanco y negro que se recortan en un paisaje brumoso, pasivamente observando los restos del accidente. Y el texto, breve e impactante, en letras rotuladas en negro a tamaño enorme: “129 mueren en un avión”. Más tarde Warhol identificó este trabajo como el primero de su serie de Muerte y Desastres, y es un ejemplo de la producción artística de Warhol y de su fascinación por el mundo de la publicidad, así como del fascinante poder de las imágenes para transmitir emociones, y que me ha servido para entender más la extensa producción del artista, y no limitarme a pensar en Warhol tan solo como un artista popart, brillante y divertido.